RESTAURANTE- BAR KIKO (fake)

Un sueño de padre a hijo.
Francisco Alcañiz Herreros, mi padre vino a vivir a Belmonte, el pueblo de la mujer con la que se casó, Mar, mi madre. Los dos decidieron emprender y abrir un restaurante, algo que posiblemente siempre fue el sueño de Francisco, alias Kiko, y así es como decidió llamar a su negocio; Restaurante- Bar Kiko, el cual, el 28 de diciembre de 1993 comenzó su camino.
El negocio, como antes he dicho se trata de un restaurante-bar, con cafetería separada del comedor. Es un negocio familiar, situado en un pueblo de no más de 2000 habitantes pero que gracias a que está situado en la carretera N-420 ha podido sacar a una familia adelante siempre. La comida es tradicional, casera y típica de Castilla-La Mancha.
"El cliente siempre es uno más"
En la cocina trabaja mi madre como jefa de cocina, junto con otras dos mujeres residentes en Belmonte, Antonia y Juli. Durante la primera a generación el jefe era Francisco padre, pero por su pronta jubilación el negocio ha pasado a manos de Francisco hijo. Fuera de la cocina trabaja el junto otro camarero y los findes de semanas hay trabajadores de extras, entre ellos yo.
26 años han pasado desde el primer día, justo 26 años desde nació Francisco. El, estudió veterinaria por la Facultad de León, aunque el dice con palabras textuales que "le encanta el pueblo y no quiere que el negocio familiar termine”. Al preguntarle a la segunda generación, qué ha hecho que la empresa haya durado tanto, responde que “algo que se cuida con tanto cariño y que se queda en familia no puede salir mal. Sin duda la clave del éxito de este restaurante es que todo lo que hacemos lo hacemos como si fuera para nosotros mismos, para nuestra familia. El cliente siempre es uno más”.
